viernes, 28 de abril de 2017

La pirateria


La piratería marítima

La piratería es una práctica de saqueo organizado o bandolerismo marítimo, probablemente tan antigua como la navegación misma. Consiste en que una embarcación privada o una estatal amotinada ataca a otra en aguas internacionales o en lugares no sometidos a la jurisdicción de ningún Estado, con el propósito de robar su carga, exigir rescate por los pasajeros, convertirlos en esclavos y muchas veces apoderarse de la nave misma. Su definición según el Derecho Internacional puede encontrarse en el artículo 101 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
Junto con la actividad de los piratas que robaban por su propia cuenta por su afán de lucro, cabe mencionar los corsarios, empresarios marineros particulares contratados por el estado mediante patente de corso para atacar y saquear las naves de un país enemigo. La distinción entre pirata y corsario es necesariamente parcial, pues corsarios como Francis Drake o la flota francesa en la Batalla de la Isla Terceira fueron considerados vulgares piratas por las autoridades españolas, ya que no existía una guerra declarada con sus naciones. Sin embargo, el disponer de una patente de corso sí ofrecía ciertas garantías de ser tratado como soldado de otro ejército y no como un simple bandido, ladrón y asesino; al mismo tiempo acarreaba ciertas obligaciones.


 En primer lugar tenemos a los piratas —cuyo vocablo procede la palabra griega peirates, que no es otra cosa que un aventurero del mar—, cuya presencia en el mundo es tan antigua como la navegación. Sin embargo, durante los siglos XVII y XVIII vivieron su época dorada, atacando libremente navíos e instalaciones de las coronas portuguesa y española. Estos ataques, a pesar de que se centraban en las posesiones de estas dos potencias europeas, no tenían detrás un significado nacional, ya que los piratas, procedieran de dónde procedieran, atacaban indiferentemente a cualquier navío que les pudiera dar beneficios en forma de riquezas de todo tipo. Los ejemplos más claros de piratas fueron Edward Teach Barbanegra, Calico Jack Rackham y Bartholomew Roberts Black Bart.


 Por otro lado, ya desde mucho antes de su aparición en el caribe, existieron los corsarios, cuyo grado de delincuencia fue y es motivo de controversia, ya que muchos los consideraban delincuentes y otros héroes nacionales. Los hombres y navíos que eran denominados corsarios, viajaban bajo la protección de una patente de corso —palabra procedente del latín cursus, carrera—, un documento en el que un rey les daba autorización a atacar barcos y enclaves de las potencias enemigas. En este sentido, fue muy habitual, en una América Colonial dominada por castellanos y portugueses, que las coronas de Francia, Inglaterra y Holanda, incluso siendo aliadas de alguna de las primeras, autorizasen a diversos barcos y capitanes atacar las posesiones de las potencias peninsulares. Estos ataques, si bien en muchas ocasiones reportaban beneficios económicos, su único objetivo no era robar, sino también entorpecer las actividades comerciales que se realizaban en los territorios enemigos; así como detener el transporte de riquezas hacia el Viejo Mundo y, de este modo, complicar el mantenimiento de las guerras en Europa, por ejemplo. Fueron corsarios hombres como Sir Francis Drake, Walter Raleigh o Henry Morgan.

 De entre los protagonistas exclusivos del Caribe, unos fueron los filibusteros. El origen de esta palabra es muy confusa, hay autores que defienden su origen en la palabra holandesa vrij buiter —el que captura el botín libremente—, traducida al inglés como free booter y al francés como flibustier. Para otros, en cambio, procede del vocablo holandés vrie boot, que se traduce al inglés como fly boat o embarcación ligera, describiendo el tipo de naves utilizados para cometer sus ataques. Estos hombres, que al principio actuaron por libre atacando naves pequeñas sin alejarse demasiado de la costa, fueron los primeros en convertir la piratería en algo más que un delito, llegando a crear una sociedad filibustera en las costas de Santo Domingo y la Tortuga, llamada la Hermandad de la Costa. Sin embargo, con el paso del tiempo, los gobiernos europeos vieron una utilidad en los filibusteros, y acogieron a muchos para que centrasen sus ataques sobre los territorios enemigos de sus patrocinadores, convirtiéndose en un punto medio entre el pirata y el corsario, pudiendo hablar de piratas domesticados. Seguramente, uno de los filibusteros más conocidos fue Jean David Nau, más conocido como François l’Olonnais, que se convirtió en el terror del Caribe durante casi veinte años.


 Finalmente, pero no menos importante, vamos a ver quiénes fueron los bucaneros. Estos hombres, cuyo origen es exclusivamente caribeño, en un principio eran cazadores de reses y cerdos salvajes de las islas. Su nombre procede del procedimiento, de origen indígena, que utilizaban para asar y ahumar la carne, llamado boucan. Esta carne era vendida en la costa a los navíos que ahí recalaban. Al ser perseguidos por las autoridades coloniales en Santo Domingo, principal enclave bucanero, muchos de ellos abandonaron su oficio para convertirse en piratas, como dijo Gosse “de matarifes de reses, se convirtieron en carniceros de hombres“. Tanto por el tipo de ataques, cercanos a la costa, como por su proximidad cronológica y geográfica, muchos bucaneros se fusionaron con los filibusteros, formando las primeras tripulaciones cuyo único fin eran los actos de piratería, llegando a formar parte, también de la Hermandad de la Costa.



Piratería informática


1: ¿Qué es la piratería informática?


La piratería informática consiste en la distribución y/o reproducción ilegales de software.. Cualquier uso que se haga del software más allá de lo estipulado en la licencia constituye una violación de ésta y es ilegal y sancionable según la ley, tanto si es deliberada como si no. 


2: tipos de piratería:

2.1.Libros:

  • El sector editorial es el que por más tiempo se ha enfrentado a la piratería. Cualquier utilización no autorizada de una obra protegida por el derecho de autor, como un libro, un manual escolar, un artículo de periódico, etc.



2.2.Música


  • La piratería en el ámbito de la música abarca tanto el uso ilegal tradicional de contenido musical como la utilización no autorizada de dicho contenido en redes de comunicación en línea. El “bootlegging” (grabación o reproducción ilícitas de una interpretación en directo o radiodifundida) y la falsificación (copia ilícita del soporte físico, las etiquetas, el diseño y el embalaje) son los tipos más comunes de piratería tradicional en la esfera musical.




2.3.Películas


  • Como en el caso de la música, la piratería cinematográfica puede ser tradicional o perpetrarse mediante Internet. Esta práctica abarca, de manera no exclusiva, la piratería de vídeos y DVD, las filmaciones con videocámaras en salas de cine, el hurto de copias de películas destinadas a los cines, el robo de señales y la piratería de radiodifusión, así como la piratería en línea.




2.4.Programas informáticos


  • La piratería de programas informáticos denota los actos relacionados con la copia ilícita de dichos programas.


3. Las consecuencias de la piratería:

La consecuencia de la piratería informática puede ser el arresto y enjuiciamiento criminal del infractor, con indemnizaciones de hasta 250.000 dólares y penas de prisión de hasta cinco años.

 

4. Pirata Informático:

pirata informatico: es quien adopta por negocio la reproducción, apropiación o acaparación y distribución, con fines lucrativos, y a gran escala, de distintos medios y contenidos (software, videos, música) de los que no posee licencia o permiso de su autor, generalmente haciendo uso de un ordenador. Siendo la de software la práctica de piratería más conocida.

 

 

5:¿ La piratería informática es mala o buena?

La situación en la que actualmente vivimos con respecto a la piratería es alarmante y contemplando los asaltos a los derechos de autor (que son más frecuentes de lo que imaginamos) se realizo el siguiente análisis.

Aspectos negativos de la piratería:

La piratería afecta los empresarios quienes distribuyen los productos originales.

La piratería deja con menos ganancias a los autores directos de literatura, música, cine y software.

El escritor de libros es uno de los más afectados dado que es un material menos comercial y más propenso a la piratería en el área estudiantil.

Las pérdidas en software son millonarias y son los más pirateados a nivel mundial, en su mayoría las campañas contra la piratería son financiadas por los productores de software, por lo demás solo existen blogs en donde se plantean los pro y los contra de la piratería de libros, música y películas.

La piratería cuenta con una baja calidad en sus productos, principalmente en ropa, perfumes, medicina, utensilios domésticos, etc. esto debido a la baja calidad de materiales

 

 

6: La Piratería en España:

En estos momentos y según los últimos datos que maneja la BSA en nuestro país el índice de piratería se sitúa en el 57%. 21 puntos por encima de la media europea que es del 36%, lo que ocasiona unas pérdidas de más de 37.000 millones de pesetas al sector del software.

Según esta asociación, que agrupa a la mayor parte de empresas desarrolladoras de software a nivel mundial, el 43% de los programas que se instalan en los ordenadores españoles es legal, y el resto, el 57% son copias piratas. Sin embargo, aunque estos datos son negativos, lo que más preocupa a las empresas es que estas cifras no se reducen de manera significativa año tras año, a pesar de los esfuerzos que desde distintas instancias, tanto públicas como privadas se vienen haciendo en los últimos años. En 1997 el índice de piratería estaba en el 59%. Si el índice se redijera al 27% nivel en el que se encuentra en estos momentos en EE.UU. podrían crearse más de 44.000 nuevos empleos y las contribuciones fiscales ascendería a 322.300 millones de pesetas, mientras que la facturación total del sector sería de unos 943.800 millones de pesetas

Nuevo golpe de la BSA

La BSA ha dado un nuevo golpe a la piratería con la intervención del centro de estudios informáticos Tame de Valencia. Gracias a la denuncia de la BSA el juzgado de primera instancia de Valencia llevó a cabo un registro en el que se revisaron 48 ordenadores, entre los que se encontraban tres servidores de red y una unidad grabadora de discos ópticos, en los que se encontraron un centenar de programas piratas. El valor de estas aplicaciones informáticas asciende

a 64 millones de pesetas. El hecho de que todos estos ordenadores estuvieran conectados en red permitía el acceso y ejecución de cualquiera de los programas instalados en los servidores.

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